La ciudad de Lambayeque : Lugares Turísticos Región Lima

La ciudad de Lambayeque es capital de la Provincia del mismo nombre, departamento de Lambayeque. Cuenta con un enorme potencial turístico por su belleza arquitectónica, y por ser sede de grandes culturas preincas.

La riqueza y el esplendor de las Tumbas Reales del Señor de Sipán descubierto en sus huacas han asombrado al mundo; este valioso patrimonio arqueológico es resguardado y exhibido en los Museos de la ciudad. Lambayeque recursos turísticos.

Artículo "Lambayeque desde el balcón" publicado en Caretas.

CIELO ABIERTO

Lambayeque es una de las pocas ciudades del Perú donde el cielo se puede observar desde cualquier punto.

El desarrollo –por llamarlo de alguna manera– se quedó en Chiclayo, la capital mundial del caos. No ha chorreado, felizmente, a Lambayeque, gracias a lo cual la ciudad carece de edificios altos, palacio municipal y otros mamarrachos. Esa misma escisión trae sin embargo un mal saldo en lo que a patrimonio histórico se refiere.
Lambayeque cuenta con un número importante de casonas coloniales y republicanas, diríamos que casi una Trujillo a escala, pero que en su mayoría están abandonadas, tugurizadas o como se puede comprobar en Google, puestas en venta. El riesgo de que en Lambayeque ya no se pueda ver el cielo comienza a ser grande.

Lambayeque fue fundada por los españoles en 1553 como reducción de indios, a la sombra de la esplendorosa Zaña, una de las villas coloniales más importantes del Norte, sede de templos y conventos de todas las órdenes religiosas y vivienda de poderosas familias de agricultores cañeros. Zaña, sin embargo, desde su nacimiento fue blanco favorito de los piratas, una amenaza humana apenas comparable a otra de orden natural. En 1720 una inundación dantesca arrasó con la ciudad y obligó a sus habitantes a desplazarse a otro espacio urbano, abandonando así los cascotes de las iglesias y conventos. La ciudad elegida fue Lambayeque, que se convierte así en un importante polo económico y político desde mediados del siglo XVIII hasta el XIX, también debido a la proximidad con el puerto de San José. He ahí la razón por la cual Lambayeque muestra una arquitectura civil y religiosa de primer orden.

LAS JOYAS DE LA CORONA

Las casonas más conocidas de Lambayeque son la Montjoy, la Cúneo, la Descalzi, la Monteza. Sede de la oficina del INC, la Montjoy – llamada también “la logia”, pues alguna vez fue la casa de los masones– muestra el balcón más extenso del Perú, en esquina, con 67 metros de extensión. Su estado de conservación es deplorable, solo tiene habilitadas un par de grandes habitaciones del primer piso; el resto se cae a pedazos. Un financiamiento de Copesco permitirá el rescate de este inmueble, junto con la maravillosa capilla de San Francisco, situada en el conjunto de la Catedral.
No ha tenido tan buena suerte casa Cúneo, situada en la calle 8 de Octubre, cuya compleja portada exhibe aún los restos de elementos alegóricos de gran solera como leones rampantes
y serpientes. Se dice que esta fachada, quizás única en el Perú, estuvo originalmente cubierta con pan de oro. La Cúneo agoniza y le queda muy poco tiempo. En su interior vive una familia de cuidadores, con sus corrales y sus animales. Ni ellos mismos saben quién es el propietario. Lo mismo ocurre con muchas otras casonas de la ciudad: los títulos de propiedad no están saneados, o forman parte de una sucesión aún indivisa, o han pasado a otras manos por prescripción. Al frente de la casa Cúneo se emplaza la Descalzi, hermosa casona de dos pisos y dos patios. Las vigas de madera del salón principal terminan en cabezas talladas que representan serpientes de la mitología moche, y en la segunda planta hay un notable suelo de calicanto blanco que al caer la tarde brilla como si fuera de mármol. Esta casona está habitada por sus propietarios y, mal que bien, conservada, aunque los costos de su mantenimiento son cada día más difíciles de solventar.