Ciudadela Rapazmarca en Oyón

17/6/11

Rapazmarca: La ciudad perdida de Los Atavillos

Hallazgos. Una urbe preincaica en las sierras del norte de Lima. La enigmática ciudadela ubicada en la sierra norte de Lima fue visitada por un equipo liderado por el destacado arqueólogo Régulo Franco. Aquí el testimonio de su visita.


Régulo Franco Jordán.

Después de tres horas de caminata desde Huancahuasi, cruzamos un puente sobre el río Checras para continuar hasta una meseta donde las torres de piedra apenas se distinguen entre la exuberante vegetación que rodea el sitio arqueológico de Rapazmarca. “Se parece a Machu Picchu tal y como la encontró Hiram Bingham hace cien años”, nos dice uno de nuestros acompañantes.
Agustín Guzmán, nuestro maestro guía (acompañado de Luz Loo, Charo Guinea, Lucy Pedragas, Christian Loayza y Daniel Garrido, este último argentino), nos conduce a un encuentro con el pasado.

Nos detenemos en la “puerta” de ingreso al sitio, donde Agustín obtiene el permiso de los ancestros previa ceremonia en la que cogimos tres hojas de coca, “kintus”, para obtener el permiso y protección de los abuelos e invocar a los espíritus guardianes del lugar sagrado.
Al ingresar al sitio, el misterio se va despejando poco a poco. Comprobamos que se trata de una meseta invadida por construcciones de piedra de gran labor y en buen estado de conservación.

Solo limpiando la vegetación que la cubre tendríamos la posibilidad de observar una pequeña ciudad planificada con arquitectura de gran volumen y jerarquía, con edificios de dos o tres cuerpos de altura. Las construcciones están levantadas con piedras trabajadas procedentes del lugar mediante la técnica del mampuesto, formando recintos de planta cuadrangular o cuadrada, con portadas adinteladas, ventanas y hornacinas, así como hastiales laterales que soportaban en la antigüedad techos ligeros a un agua o dos aguas para proteger las viviendas de las lluvias y el sol abrasador durante el mediodía.

Una ligera prospección del lugar, a pesar de la espesura de la vegetación, nos permite reconocer pasadizos, pequeñas plazas asociadas a recintos con escalinatas en diferentes niveles de la meseta y antiquísimas terrazas de cultivo en las laderas de la meseta. También identificamos depósitos, chullpas de base cuadrada expoliadas anteriormente por los buscadores de reliquias, y canales para desaguar y orientar las aguas de las lluvias hacia los dos flancos de la meseta.

Cabe destacar los farallones de rocas y las extensas construcciones de andenes prehispánicos en las laderas de las montañas, un sistema utilizado para los cultivos que permitieron la subsistencia de sus pobladores.

Rapazmarca es todavía una incógnita que se tiene que resolver con futuras investigaciones arqueológicas. Pero las evidencias a simple vista nos permiten adelantar que se trata de un centro ceremonial que podría tener mil años de antigüedad y vigente hasta la presencia inca.

Sin duda, Rapazmarca corresponde al esplendor de la etnia de los atavillos. El centro ceremonial pudo estar asociado al culto a las divinidades del cielo y el agua, en razón a que el sitio es cuna de cóndores y origen del agua sagrada procedente de las altas montañas: el imponente cañón y las cascadas de yuracyacu (agua blanca o pura) están vinculadas a la naciente del río que llevará a través de sus venas acuíferas el líquido sagrado para la subsistencia de las comunidades del valle medio y bajo de la costa.

Datos

Puesta en valor. Rapazmarca se podría integrar al circuito turístico de los baños termales de Churín, previa puesta en valor.

Ubicación. Rapazmarca se ubica en la provincia de Oyón, sierra norte de Lima. El viaje en bus de Lima a Churín dura seis horas. De Churín a Huancahuasi, dos horas más en colectivo. De ahí se inicia una caminata de casi tres horas hasta Rapazmarca, en la cuenca del río Checras.

Fuente del artículo: LaRepublica.pe (4 de junio 2011)
Fotos de Eduardo Rojas Alberto Turpaud

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