Nuestra localidad tiene un origen remoto. El historiador Max Espinosa Galarza en su obra Toponimia Quechua del Perú indica que Huacho proviene de Huaqcha que en quechua significa "huérfano". Debido a que los caciques de la Costa norte castigaban duramente a los indios desobedientes, a ellos se les desterraban al poblado de Huacho, por eso se les llamaba "Los Huachus" que significa "huérfano", "abandonado".
Por su parte don Felipe Paz Soldán, señala que en quechua la palabra Huacho significa "Camellón" y en aymara "becoquín" o "birrete".
Durante la época incaica, Huacho fue una pequeña aldea poblada por indígenas yungas y posteriormente por mitimaes. Se cree que estos últimos fueron enviados por el Inca Pachacutec, luego de someter a los señoríos de Chancay, Huaura, Barranca y el reino del Gran Chimú, para servir como instrumente de homogeneidad cultural y lingüística en el todo el imperio. El historiador Luis E. Valcárcel afirma que en 1533 al llegar Hernando Pizarro a Pachacamac el curaca llamado Guaccha Paycho del valle Guargua (Huaura) y los demás curacas del cercado asistieron al Santuario llevando muchos presentes de oro y plata. Se indica además que en 1535 Francisco Pizarro concedió el repartimiento de indios de Guacho al español Benito Beltrán y que posteriormente, como encomienda, fue concedida al capitán Juan Ballón de Campomares y después al Correo mayor de Indias, apellidado Carbajal.
Por su parte don Felipe Paz Soldán, señala que en quechua la palabra Huacho significa "Camellón" y en aymara "becoquín" o "birrete".
Durante la época incaica, Huacho fue una pequeña aldea poblada por indígenas yungas y posteriormente por mitimaes. Se cree que estos últimos fueron enviados por el Inca Pachacutec, luego de someter a los señoríos de Chancay, Huaura, Barranca y el reino del Gran Chimú, para servir como instrumente de homogeneidad cultural y lingüística en el todo el imperio. El historiador Luis E. Valcárcel afirma que en 1533 al llegar Hernando Pizarro a Pachacamac el curaca llamado Guaccha Paycho del valle Guargua (Huaura) y los demás curacas del cercado asistieron al Santuario llevando muchos presentes de oro y plata. Se indica además que en 1535 Francisco Pizarro concedió el repartimiento de indios de Guacho al español Benito Beltrán y que posteriormente, como encomienda, fue concedida al capitán Juan Ballón de Campomares y después al Correo mayor de Indias, apellidado Carbajal.