En el Campo Santo de Yungay han florecido las rosas

12/9/10


Donde antes se ubicaba la ciudad de Yungay, hoy se extiende el Campo Santo como un inmenso jardín que se ha convertido en un lugar obligado para visitar. En el sitio todavía quedan los indicios del terrible terremoto y aluvión que sepultó completamente al pueblo de Yungay ese fatídico 31 de mayo de 1970.  Sólo tres minutos bastaron para que los bloques de hielos desprendidos del hermoso nevado Huascarán, formaran una mortal avalancha de toneladas de lodo y rocas que cubrieron al pueblo con sus más de veinte mil habitantes. Sólo alrededor de 200 personas lograron salvarse, la mayoria de ellos niños. Por cosas del destino los niños se preparaban a disfrutar de la función matinal del circo que se había asentado en una parte elevada del pueblo, eso les salvó la vida. Otros pocos lograron escapar subiendo hacia el cementerio, luego contarían sus desgarradores testimonios.

En el lugar impresiona bastante observar todavía algunas palmeras de la antigua Plaza de Armas sobresaliendo apenas, la escultura del Cristo Redentor con los brazos abiertos, mudo testigo de la catástrofe, y ver el nuevo cementerio construido sobre las ruinas del antiguo, aparecen claramente las últimas filas de nichos derruidos que han quedado como base de la nueva estructura.

El Campo Santo de Yungay fue declarado Cementerio Nacional y está prohibida toda excavación por respeto a las miles de personas que descansan bajo su suelo. Al levantar la vista vemos a lo lejos al nevado Huascarán, tan bello como temible.

Ubicación; Yungay, Ancash,. Perú.

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