FELIZ 478º ANIVERSARIO LIMA
El Acta de la Fundación de Lima se conserva en el Archivo General de la Nación.
TEXTO DEL ACTA DE FUNDACIÓN DE LIMA
Libro 1º de Cabildos - Folio 23
18 de enero de 1535
«En dicho pueblo de Lima, en 18 días del mes de enero del dicho año (1535), el señor gobernador, en presencia de mi, el escribano y testigos y sus escritos, dijo: «Que por cuanto visto el dicho pedimiento a él hecho por la Justicia regimiento y vecinos de dicha, ciudad de Jauja, él proveyó a los dichos Ruiz Díaz, Juan Tello y Alonso Martín de Benito para que viniesen, como vinieron, a ver el dicho asiento y parecer del dicho cacique de Lima, cerca de lo cual dijeron sus pareceres, según que todo de suyo contiene y que ahora él ha venido juntamente con los señores oficiales de su majestad: Alonso Riquelme Tesorero, García de Salcedo Veedro y Rodrigo de Mazuelos, que fue nombrado juntamente con el dicho Veedro por el dicho regimiento para hacer lo susodicho y ha visto y paseado ciertas veces la tierra del dicho cacique de Lima y examinado el sitio y ¡e parecía que el dicho asiento del dicho cacique es el mejor y junto al río contiene en sí las calidades susodichas que se requiere tener los pueblos y ciudades para que se pueblen y ennoblezcan y se perpetúen y estén bien situados y porque conviene al servicio de su majestad y bien y sustento común y población de estos reinos y conservación y conversión de los caciques e indios de ellos y para que mejor y más presto sean instruidos y reducidos al conocimiento de las cosas de nuestra santa religión.
Por lo cual, en nombre de sus majestades, como su gobernador y capitán general de estos dichos reinos, después de haber hallado el dicho sitio con acuerdo y parecer de dichos señores oficiales de su majestad, que de sus mercedes se hallaron y del dicho Rodrigo de Mazuelos, mandaron y mando que el dicho pueblo de Jauja y asimismo el de San Gallan, porque no están en asiento conveniente, se saque a dicho asiento y sitio. Por cuanto el dicho pueblo de Jauja se fundó visto que la tierra no estaba vista para que el dicho pueblo estuviese mejor fundado e hizo la dicha fundación de él. Con ordenamiento y condición que se pudiese mudar a otro lugar que más conveniente pareciera y que ahora, como dicho es, conviene que de los dichos pueblos se haga nueva fundación y porque el principio del dicho pueblo y ciudad ha de ser de Dios, y en sv nombre, como dicho es, conviene principiarlo en su Iglesia. Comenzó la fundación y traza de la dicha ciudad de la Iglesia que puso en nombre Nuestra Señora de la Asunción, cuya advocación será en la cual como su gobernador y capitán general de su majestad de estos dichos reinos, después de señalada la plaza hizo y edificó la dicha iglesia y puso por sus manos la primera piedra y los primeros maderos de ella y en señal y tendencia de la posesión que juntamente tiene tomada en estos dichos reinos, así de la mar como de la tierra descubierta y por descubrir, y luego repartió los solares a los vecinos de el dicho pueblo, según aparecerá en la traza que de la dicha ciudad se hizo. La cual espera de Nuestro Señor y su bendita Madre que será tan grande y tan próspera cuanto conviene y la conservarán y aumentarán para perpetuamente de BU mano, pues es hecho y acabado y edificado para su santo servicio y para que su santa fe sea ensalzada y aumentada entre estas gentes bárbaras, que hasta ahora han estado descuidadas de su conocimiento y verdadera doctrina y servicio, y para que la guarde y conserve y libre de los peligros de sus «enemigos y de los males y daños que le quisieran hacer, y confío en la grandeza de su majestad, que siendo informada de la fundación, confirmará y aprobará la dicha población por mí en su real nombre hecha, y le hará muchas mercedes para que sea ennoblecida y se conserve en su servicio, y los dichos señores gobernador y oficiales reales lo firmaron en sus nombres. Y así el dicho Rodrigo de Mazuelos, testigos que fueron presentes: Ruiz Díaz y Juan Tello y Domingo de la Presa, escribano de su majestad, estando en el dicho asiento y cacique de Lima.
Firman: Francisco Pizarro, Alonso Riquelme, García Salcedo y Rodrigo de las Mazuelas.
Por lo cual, en nombre de sus majestades, como su gobernador y capitán general de estos dichos reinos, después de haber hallado el dicho sitio con acuerdo y parecer de dichos señores oficiales de su majestad, que de sus mercedes se hallaron y del dicho Rodrigo de Mazuelos, mandaron y mando que el dicho pueblo de Jauja y asimismo el de San Gallan, porque no están en asiento conveniente, se saque a dicho asiento y sitio. Por cuanto el dicho pueblo de Jauja se fundó visto que la tierra no estaba vista para que el dicho pueblo estuviese mejor fundado e hizo la dicha fundación de él. Con ordenamiento y condición que se pudiese mudar a otro lugar que más conveniente pareciera y que ahora, como dicho es, conviene que de los dichos pueblos se haga nueva fundación y porque el principio del dicho pueblo y ciudad ha de ser de Dios, y en sv nombre, como dicho es, conviene principiarlo en su Iglesia. Comenzó la fundación y traza de la dicha ciudad de la Iglesia que puso en nombre Nuestra Señora de la Asunción, cuya advocación será en la cual como su gobernador y capitán general de su majestad de estos dichos reinos, después de señalada la plaza hizo y edificó la dicha iglesia y puso por sus manos la primera piedra y los primeros maderos de ella y en señal y tendencia de la posesión que juntamente tiene tomada en estos dichos reinos, así de la mar como de la tierra descubierta y por descubrir, y luego repartió los solares a los vecinos de el dicho pueblo, según aparecerá en la traza que de la dicha ciudad se hizo. La cual espera de Nuestro Señor y su bendita Madre que será tan grande y tan próspera cuanto conviene y la conservarán y aumentarán para perpetuamente de BU mano, pues es hecho y acabado y edificado para su santo servicio y para que su santa fe sea ensalzada y aumentada entre estas gentes bárbaras, que hasta ahora han estado descuidadas de su conocimiento y verdadera doctrina y servicio, y para que la guarde y conserve y libre de los peligros de sus «enemigos y de los males y daños que le quisieran hacer, y confío en la grandeza de su majestad, que siendo informada de la fundación, confirmará y aprobará la dicha población por mí en su real nombre hecha, y le hará muchas mercedes para que sea ennoblecida y se conserve en su servicio, y los dichos señores gobernador y oficiales reales lo firmaron en sus nombres. Y así el dicho Rodrigo de Mazuelos, testigos que fueron presentes: Ruiz Díaz y Juan Tello y Domingo de la Presa, escribano de su majestad, estando en el dicho asiento y cacique de Lima.
Firman: Francisco Pizarro, Alonso Riquelme, García Salcedo y Rodrigo de las Mazuelas.
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