El Tranvía vuelve a las ciudades

22/1/11

El tranvía cual ave fénix que se levanta de sus cenizas se reafirma cada vez más en las ciudades modernas, después de desaparecer en casi todo el mundo alrededor de 1935. Este medio de transporte que sólo algunos años atrás se creía totalmente obsoleto, ahora de manera acelerada se viene reincorporando en las principales capitales del mundo, principalmente en Europa, Norteamérica y Canadá. Y parece que hay motivos de sobra para ello, los tranvía modernos son menos contaminantes, más livianos, de acceso sencillo y consume menos energía eléctrica que el metro.

Fue Francia el primero en apostar por este renacimiento luego de la crisis del petróleo en 1973, estos proyectos llamados ecológicos
tuvieron gran éxito que fueron imitados rápidamente por otros países.
     
Recordemos que Huacho también contó con tranvías de pasajeros, inició sus servicios en 1890 y tuvo un periodo relativamente corto ya que desapareció del todo en 1931, aún así, fue la segunda ciudad imitando a Lima en tener un tranvía eléctrico propio. Para nosotros el tranvía sigue siendo un recuerdo.

Sobre estos recuerdos, he transcrito párrafos de un reporte periodístico de María Alicia Alvarado que salió publicado en el diario La República en el 2006 y tiene el testimonio de gente que trabajaron durante años en el sector ferroviario de Lima. 

HISTORIA DEL TRANVÍA

 “Cuando nació allá por 1904 lo llamaron máquina suicida. Pero sobrevivió temporalmente a las críticas. No tenía más de 60 años cuando el gobierno dictó su defunción. Desde entonces, los restos del tranvía son unos vagones pudriéndose en los barracones y unos rieles perdidos en el asfalto.
Eran tiempos en que Lima se extendía más allá del paseo Colón y que por ir hasta Chorrillos, Callao o Magdalena era hacer un viaje interurbano pues en medio había solo tierras de cultivos. Época en que la ciudad no pasaba de 70 mil habitantes y que ir a cañete significaba navegar primero hasta Cerro Azul, pues todos los caminos iban o venían hacia el Callao.


museo-electricidad (9)Trasladarse era difícil, sobre todo para las clases populares, para los que los automóviles eran poco más que una quimera. Por eso fue para ellas todo un acontecimiento la llegada del tranvía, un vehículo que podía llevar hasta 30 personas a la vez, salía cada 10 minutos y era capaz de hacer el trayecto Lima-chorrillos en menos de media hora”.

LA MUERTE DEL TRANVIA

La creación de las vías de transito rápido, la creación de los ómnibus, los crecientes controles estatales sobre las tarifas, las enormes deudas que fue contrayendo la empresa prestadora y la no renovación de las unidades impusieron una larga agonía al tranvía limeño, que terminó en 1965 con la sanción de la Ley 15786 o Ley Anti tranvía: "Resérvese las vías usadas (...) para su consideración en el proyecto de servicios de transporte subterráneo que pueda establecerse. El poder Ejecutivo (...) convocará a licitación dentro de 120 días, para el establecimiento de servicio de transporte subterráneo". Por supuesto esto nunca se llegó concretar.
Aunque parezca cosa del pasado y nadie se aventure a imaginar un futuro donde el tranvía comparta terreno con los corredores viales y el tren eléctrico, el mundo está volviendo los ojos a este medio de transporte. Basta decir que hoy existen, unos 400 sistemas tranviarios en funcionamientos. Entre ellos 70 se han instalado en los últimos 25 años en ciudades donde nunca hubo este servicio y localidades donde décadas atrás habían sido eliminados…. 
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Sólo me queda resaltar que en Barranco todavía podemos remontarnos en el tiempo y pasear por la calle Pedro de Osma con un tranvía eléctrico original, para sentir en parte cómo se viajaba antiguamente.

Entrada:  Museo de la electricidad en Barranco.

* La nota periodísta con otras más en el Museo de Barranco.

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