La plaza de la Resistencia del Inca se ha convertido en otro atractivo turístico significativo del poblado de Lucma capital de Vilcabamba.
Fue inaugurada en el 2010 como un homenaje a los monarcas incas que desde Vilcabamba “la antigua” libraron una dura y prolongada resistencia por la reconquista del imperio.
Según narra la historia, tras la ejecución de Atahualpa por orden de Francisco Pizarro, éste elige a Manco Inca como monarca inca para poder sojuzgar con facilidad la gran cantidad de pueblos que no aceptaban la presencia española. La aparente sumisión del inca se termina pronto con lo acontecido en La rebelión de Manco Inca, su fallido intento por tomar el Cusco y su marcha al Antisuyo, a la ciudad fortificado e inaccesible de Vilcabamba, desde donde organiza y continua la resistencia. Tras su asesinato por algunos almagristas a quienes dio posada, se ceñirían la mascaypacha Sayri Túpac y luego Titu Cusi Yupanqui y finalmente Tupac Amaru. Esta lucha heroica duró cuarenta años, y solo se terminó en 1572 con la ejecución en la plaza del Cusco del hijo menor del primer monarca sublevado.